Todos tenemos el deber de reciclar y comprometernos con el medio ambiente, puesto que nuestro planeta no es un vertedero donde todo quepa sin consecuencia graves para nosotros mismos, nuestra calidad de vida, la de los demás seres vivos y la de futuras generaciones. Debemos preservar, en la medida en que cada uno pueda, nuestro mundo en un estado lo menos degradado posible o no agravarlo nosotros con prácticas que sólo pueden rebundar en nuestro perjuicio colectivo.
Hoy en día, las autoridades han puesto a disposición de los ciudadanos medidas que falicitan el reciclaje de basuras y hay que contribuir a ello, con poco esfuerzo, en nuestros hogares, seleccionando los residuos de manera selectiva. Pero mientras esta medida goza de popularidad, mucha personas no son conscientes de que el aceite que se vierte por nuestros desagues es gravemente contaminante de las aguas y muchas de ellas llegarán a los ríos, con la degradación que supone para la vida acuática y sus riberas y, finalmente, acabarán en el mar fuente de mucha de nuestra alimentación.
Los aceites usados caseros, actualmente, pueden llevarse a un punto de recogida y reciclaje de grasas que muchos tenemos cerca de nuestros hogares.
No obstante, el jabonero lo tiene fácil, ya que aprovecha ese aceite para transformarlo en un magnífico jabón para la casa y además, le supone un ahorro económico importante al año en productos de limpieza, a más que se libra de usar tanto producto químico en su hogar, beneficiándose, por tanto, de esta tarea de reciclar.
Este jabón que os muestro ya triturado, tan blanco y listo para ser usado, no lleva colorante alguno ni aceites esenciales ni fragancias y es un jabón que huele bien y que proviene de un aceite de oliva muy usado y muy oscuro y que despedía bastante a "fritanga".
Algunos os asombrareis cuando veáis como estaba el aceite de oliva que usé antes de clarificarlo y desodorizarlo, dentro de mis posibilidades, que es un proceso artesanal y no industrial, para el que estuve estudiando y buscando información, que luego he llevado a la práctica como forma de mejorar nuestros jabones de casa.
Y el después de clarificarlo y desodorizarlo, así quedó.
El sistema es para tres kilos de aceites, aproximadamente, 90 gr. de bentonita o arcilla verde. Calentar el aceite de 90º, añadir la bentonita y mantenerlo por espacio de media hora a 110º sin pasar de los 130º. Colar luego por filtros de agua o de café (tarea lentísima, por cierto).
Edito para añadir que alguna compi jabonera lo que ha hecho es poenerle un litro de agua, meterlo en el congelado, se ha decantado la bentonita y ya le ha quedado el aceite estupendo, con lo cual este va a ser el método que usaré, en adelante.
El filtrado por carbón activado, grueso, sobre una capa de arena, no en polvo que se os pondrá negro el jabón arrastandolo es otra posibilidad que aún no he experimentado, pero que es definitiva para obtener un aceite muy desodorizado y que probaré alguna vez.
La bentonita, es una arcilla que ablanda el agua, tiene gran capacidad de absorción y adsorción y se utiliza en labores de clarificado y desodorizado de vinos, aceites, cervezas etc. Junto con la arcilla blanca o caolín, se usan también para descontaminar aguas de residuos y aceites.
Como todas las arcillas, es limpiadora, antibacteriana por lo que impide la proliferación de bacterias y microorganismo, con lo cual, los restos que pueda llevar el aceite filtrado con ella (dado el poder de adsorción de la misma) no sólo no perjudica nuestro jabón y nuestra limpieza, si no que la mejora, se mire por donde se mire, puesto que, como ya he apuntado, ablanda el agua.
A los jaboneros nos encanta buscar la máxima calidad en nuestros jabones, así que este lleva, además del aceite de oliva virgen extra reciclado, un poco de borax, un poco de bicarbonato y pecarbonato (que van a hacer que la limpieza y desodorización de la colada sea más efectiva), sal, hidróxido de sodio y agua destilada. A mí me gusta añadir a la lavadora un poco de vinagre que fija los colores de las prendas y también desodoriza la misma.
Y aqui la barra de jabón de lavar antes de triturarla para facilitar su uso.
Fórmula:
1000 gr. de aceite de oliva usado
20 gr. de borax diluido en la mezcla de agua-sosa.
20gr. de bicarbonato y 10 gr. de sal diluidos en 100 gr. de agua, a descontar.
100 gr. de pecarbonato. Ponerlo en la traza tras echar el bicarbonato.Batir.
168 gr.hidróxido de sodio
430 gr. de agua destilada
-15% sobreengrasado.
28% concentración.
Yo, como casi siempre, lavo en frio o 30º o 40º máximo, una vez triturado el jabón disuelvo diez cazos en unos 4,5 litros de agua, lo hago gel, lo envaso y los uso tanto para la lavadora como para el friegaplatos poniéndolos en sus correspondientes cajetines.
No hay ni que poner suavizante en la colada, sólo un chorreón de vinagre y la ropa queda genial. Hasta las toallas quedan esponjosas, y eso que yo era adicta al suavizante de Nenuco Flor concentrado y ni con eso me quedaban las toallas así.
Como gel para el lavavajillas os puedo asegurar que todo sale limpísimo y brillante.
Ya iré subiendo otros reciclajes con este mismo aceite y que consisten en jabones líquidos para la casa hechos con hidróxido de potasa, proceso en caliente, y que os sorprenderán.
Un adelanto del mismo:
Pues ya veis lo que se puede hacer con un aceite que, en principio, nadie querría reutilizar. Así que reciclad, que es otra manera de darle nueva vida a aquellas cosas cuyo uso principal está agotado y que mediante su transformación pueden ser igual de provechosas o incluso más.
